zanjas.profundas@gmail.com

lunes, 17 de enero de 2011




Minutos Musicales

(por Mr. J.R.)


Como parece que estoy perpetuamente cabreado -y no es cierto- hoy voy a aprovechar para escribiros de buen tono y recomendaros a alguien para escuchar. No, balas perdidas, no hace rock, que no todo van a ser punkarradas y jevorreces en la viña de Señor (de los Anillos): os voy a recomendar a ese peaso artista que es Raphael. Hay que decirlo: se sale por todos los lados.


Hace no mucho me enteré que le habían trasplantado el hígado. Yo creo más bien que le han recargado las pilas del buen rollo y buen hacer.


Cuán distinto es de otros idolillos de la canción ligera! A mí me caen gordos por antipáticos Bertín Osborne, Julio Iglesias y Alejandro Sanzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz cuya inanidad musical es manifiesta. Su encanto ante algunas féminas se debe a una feromona sintetizada de milloncejos y viagra que les ha permitido perpetuar una estirpe imperial de hijos pijos con jóvenes ex-modelos.


Mas el buenazo de Rapha es distinto: monógamo y hombre formal donde los haya, solamente ha engendrado una parejita con el engendro de Ana Figueroa. Sí, la pobre es fea como una escrófula, pero su encanto la bella lo desea.


Pero solapemos al Hola el pentagrama, y encerremos a la portera en el chiscón: Rafael, permitidmelo, canta que te cagas. Tiene voz, maneras, estilo, saber estar y encima, se atreve con todo: villancicos, pop, ska, hebreo, inglés (Ah, Aquarius...) y consigue hacernos bailar y divertirnos como locos. Rafa, tío, no eres grande, ¡eres gigante!


A vosotros, desconfiados orejones del mundo musical, en verdad, en verdad os digo que lo escuchéis y os impregnéis de sus buenas vibraciones. Realmente ese trasplante le transmite y nos transmite vida. Es único e inimitable, o séase, auténtico. Tal vez el equivalente femenino sea, no sé, la Raffaella Carrá esa de Bolonia.


Para concluir, no sé deciros si Raphael es o no un friqui por lo que hace, o si lo somos más aún nosotros por seguirlo en alta fidelidad:
¡ADELANTE MAESTRO!

sábado, 15 de enero de 2011




Malos humos

(Por Mr. J.R.)


He escuchado que en Crisislandia ya no se puede fumar en los bares. Nuestros líderes parece que se han decantado por el prohibicionismo total, calcado del puritano modelo norteamericano, que casa mal con la tradicional manga ancha hispánica. No soy fumador, pero al igual que con el tema de las corridas, no estoy a favor de prohibiciones tajantes. Como bien dice el libro del Tao, el exceso de legislación y de prohibiciones acaba por convertirnos a todos en delincuentes.


Reitero que no me considero fumador, pero un buen puro acompañado de una copa tras una magnífica cena es, o era, un placer de dioses. Qué será ahora de los puritos Guajiros Aromas del Dubi o del tío Tomás? Esos puritos que creaban atmósfera y hacían amigos...Confieso que me traje una caja a Italy y la gente los miraba con una mezcla de temor e incredulidad. Como nadie se atrevía a probarlos, yo sigo sin amigos. Pero no saquemos el carro fuera de las rodadas. En España, nación de pícaros, lucubro ahora que baristas y taberneros ante esta ley seca no se quedarán  de brazos cruzados, tal vez introduzcan a sus clientes fumadores de confianza en la trastienda, en el sótano o en el baño de señoras, como Moe, el de los Simpson, todo muy en plan Chicago años 20, porque fumar en la calle en invierno mientras en la barra te espera enfriándose un reconfortante chocolate no semeja muy agradable.


No soy un gran amante de los cigarrillos, como debería de serlo, pienso, un buen amante del tabaco. Es más, los detesto. Los cigarrillos son frutos del estrés y del agobio. Están adulterados para crear adicción y comportamiento compulsivo, y encima hieden a prisas de oficina, a trabajo monótono y mal pagado, a esclavitud maquinal y burocrática. No por nada son hijos de una guerra, la de Crimea, donde surgieron como un remedio para calmar las ansias de la carne de cañón y de muñón que se aprestaba a recibir la metralla de las baterías rusas. La soldadesca, no pudiendo encender la pipa, que requiere la parsimonia casi ritual de las cosas bien hechas, optó por enrollar el tabaco en el papel vacío de los cartuchos de fusil. Así de simple, y de allí se extendieron por todo el orbe como una plaga de langosta, arrinconando a la pobre pipa y al puro, tabaco de élite reservado a los pudientes, como bien se ve en las caricaturas que se hacen de los ricachones.


El tabaco era una hierba sagrada proveniente del Nuevo Mundo, pero fue en Oriente donde fumar se convirtió en algo sensual y refinado con la invención de la pipa de agua... Decidme, oh muchachos, qué será ahora de esas teterías árabes que llenaban el barrio de Lavapiés de alegría con el divertido burbujeo de sus cachimbas, narguilés, guzas, shishas o como diablos las llaméis, lugares de inspiración y de expiración sensorial, donde entre mullidos divanes (tacto), se podía degustar una bebida generalmente anacohólica (gusto), escuchando música a bajo volumen - todo un privilegio en Madrid - (oído) , viendo pasar las horas y las moras (vista) entre calada y calada de aromático tombeki de fragantes esencias (olfato), y a cambio solo de unos pocos euros.
Y todo esto se perderà, como lágrimas en la lluvia, más allá de las puertas de Tannhauser...


La vieja piel de toro que dejé atrás para vivir en esta bota que huele no sé si a pies o a corrupción política, dejará de disfrutar, y el cigarillo tuvo la culpa. Modos más lentos, más laboriosos, y, por qué no decirlo, más sanos de fumar desaparecerán. La pipa, la cachimba, el puro, son cachivaches sociales, que requieren de una compañía, una ocasión o un evento para disfrutarse. El cigarrillo nace de la prisa y del mono, es individual, solitario y perjudica seriamente la salud, como las pajas de las que hablaban tiempo hace los curas, pues el tabaco es malo para la salud. Sí, ¿y qué? El marisco es malo, el cochifrito es malo, la pizza es mala, el trabajo es malo, pero un poco de maldad nos hace, creo, un poco mejores, ¿no?


miércoles, 12 de enero de 2011




Triste payaso

Otro emilio de J.R. (parece que ha entrado prolífico en el 2011):


No hace mucho tuve ocasión de ver que el parlamento había tirado la ley Sinde, una ley injusta que pretende prohibir que se compartan archivos a través de Internet. Hay que reconocer que la SGAE cada vez se lo monta mejor. Su antipirático buque ha escogido como mascarón de proa y portavoz a Alex de la Iglesia, al más friqui de los directores de cine español, para que amenazase y amedrentase a todos esos friquis de los ordenatas, que no pagan glebas, cánones, pechas ni prebendas al saco del Sacrosanto Gremio de Acaparadores de España, y la amenaza parece que va en serio...


Un cabreado de la Iglesia Alex regoldaba contra todos esos piojosos que se niegan a pagarle la casa a Miguel Bosé o los liftings a Alejandro Sanz. Ay, Alex, Alex, muchacho, que no te enteras, que con la cultura, al igual que con la sanidad, o el medio ambiente, no es ni justo ni ético hacer caja, quién te ha visto y quién te ve, aquel más que simpático tripalari del norte ha perdido kilos y ganado kilo$. Ahora que forma parte del establishment su enorme vientre se ha desinflado al igual que su cine, cada vez más falto de ideas y de interés. Su última pelúcula, que no película, es más de lo mismo: un refrito del Salvar al soldado Ryan con los capítulos de los Simpson en los que sale Krusty el payaso, aderezado todo, imagino, con toques flamencos, ole, con de la Iglesia hemos topado, amigo Sancho.


No, no tiene gracia la última payasada de Alex: Sus amigotes de la SGAE se la bendecirán con un montón de Goyas y de Joyas ahora que es el figurón de su sociedad. Pero nosotros que sí somos cultura le vamos a hacer un favor: no vamos a ir al cine a ver su bodrio. Nos lo vamos a bajar, y que escarmiente.


Algunos aún nos acordamos de aquello que se llamaba sesión continua, y de cuando ir al cine era algo barato... Hoy ya no sé lo que vale una entrada, he dejado de ir al cine por rabia y asco, porque parece que es un privilegio de solo unos pocos... ¿Es eso cultura?


Alex, el ex friqui reconvertido a millonario, hace hoy el papel del quemado Ramoncín, aquel chico rebelde y malote que se las daba de punki y cultureta a la vez, y que defendía nuestra cultura y sus bolsillos. Que la Iglesia se ande con ojo no sea que acabe igual de cremado que aquel. Ay de la cultura que necesita de semejantes adalides....Piratead, piratead tranquilamente.


lunes, 10 de enero de 2011




Reyes Magos

Copio y pego un emilio de J.R. (corresponsal de las Zanjas en Italia):


Aghhh! Lo han vuelto a hacer, sí, en mi fiesta favorita, la de la Epifanía, volvió a repetirse...Parece que al pobre rey Baltasar, cada año le detienen en la frontera por extracomunitario y colocan en su lugar a un ultracuerpo,a un suplantador untado de betún como si fuera un zapato...Solo Melchor y Gaspar parecen, y nunca mejor dicho, reales...Su Majestad Baltasar no...semeja a un actor disfrazado.


Por qué en una sociedad como la española, que ya va siendo multicultural y multiétnica, (gracias a Dios, porque lo que tenemos aquí en Italia) ...se siguen empeñando que el papel del rey moreno no lo desempeñe un negro de verdad? Es que los negros solo están para el Domund?


Sinceramente, eso del negro pintado me recuerda lo que pasaba en las primeras películas americanas, en las que estaba prohibido que salieran negros de verdad y los cambiaban por blancos pintados, como en El Nacimiento de una Nación, de Griffith, en la que unos bizarros y valientes jinetes ensabanados ponían en fuga a unos grotescos ex esclavos harapientos y lujuriosos, con unos belfos pintados que parecen sacados de un carnaval...O en El Cantor de Jazz, la primera peli sonora, con permiso de Doña Concha Piquer, el el que el cantante, que es un negro bembón, resulta ridículo al ser un actor blanco pintado.


Como decía Michael Jackson, que de negros y de niños sabía un rato. es importante, a los ojos de un niño, que un negro parezca un negro, y que los reyes magos parezcan reyes y parezcan magos, lo sean o no. Empezamos dejando de creer en los reyes magos y terminamos nuestros días siendo unos putos ateos, como bien dice el maestro Rosa. Y ser niño no significa necesariamente ser idiota, por más que la tele y el grupo Disney se empeñen justamente en lo contrario.


Personalmente no consigo imaginarme al rey Baltasar con la cara de Ronaldinho ni de Morgan Freeman, son demasiado comerciales...Lo veo más con el mayestático aspecto de Haile Selassie, un rey, o mejor dicho, un emperador negro de verdad, un monarca negro rastafariano...


Además Baltasar es el único del mágico trío que transporta algo que nadie sabe que coño es ni para que sirve. Oro e incienso nos suenan a los que alguna vez hemos hecho de monaguillo...pero la mirra?


No será que transporta algo ilegal y que por eso lo detienen cada año en la aduana?





Zanjas profundas en tu mente
Zanjas profundas en tu mundo
Zanjas que nos separan
Zanjas que nos escinden
Zanjas en las que caemos
a veces sin poder salir
___________________________