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viernes, 5 de abril de 2013




Españoles, Franco, ha muerto

Ay, ay, ay, ayer me enteré de que nos habia dejado nuestro querido Franco, Jesus Franco, a la provecta edad de 82 años, y, como seguidor que me considero del cine serie B (algunos me dicen  de "serie J") ello me ha consternado sobremanera. Uno de los directores mas prolíficos, sino el que mas, de la cinematografia patria se ha ido para siempre, pero nos queda su ingente obra. De èl, que se marcho de Spain porque le aburría el cine que hacia su otro tocayo de apellido ( si, amigos, Franco François hizo cine aunque no os lo creáis), se ha dicho de todo, bueno y malo, aunque yo prefiero quedarme solo con lo primero: sus pelis eran cutres, si, pero entretenidas y relativamente brillantes como pocas, rebosaban buenas ideas, pese a sus pocos medios, y su nombre merece escribirse en el Olimpo del Bajo Presupuesto junto a los de Ed Wood o Roger Corman, que, como èl, elevaron lo casposo a la categoría de Cine con mayúsculas, como hizo por ejemplo, el gran Picasso con sus pinturas al sublimar gloriosamente la birria, haciendo de ella Bellas Artes.

El tio Jess amaba el cine, y eso se nota, porque se lo pasaba en grande rodando de acà para allá como una pelota: Softcore, Western, Horror, nada se le resistia. Fue amigo de grandes como Orson Welles, o Tarantino, y de menos grandes, como el italoturco Giovanni Scognamillo, propietario de la sala de exhibición Elhamra (Alhambra), en la avenida Istiklal de Estambul, donde, prácticamente solo, pude ver la premier de Red Dragon. Con su ayuda rodó en esa ciudad no pocas cintas, y su influencia en la serie B turca ha sido total, si no, ved Turkish Star Wars para comprobarlo por vosotros mismos. 

En estos no se si pre o post apocalípticos tiempos que vivir nos ha tocado, el mensaje de frescura y originalidad del cine do it yourself algo punkarra del tio Jess, frente a vacuas megaproducciones joligudienses de autoproclamados y endiosados self   made people, se me figura hoy mas necesario que nunca. Descansa en Paz, tio Jess.

jueves, 4 de abril de 2013




The Crawling Eye ( Reseña cinematográfica)




El otro día tuve ocasión de espeluznarme con una de esas desconocidas joyas del cine de serie B de los cincuenta, también conocida como the Trollenberg Terror, hecha con pocos medios y muchas y grandes ideas, y que me permito el lujo de recomendaros encarecidamente: el arranque es ya, y nunca mejor dicho como veréis, malignamente inquietante: dos escaladores aguardan a un tercero que asciende penosamente a comprobar una extraña nube junto a un picacho, cuando se oye un grito y cae al vacío. Sus colegas lo rescatan tirando de la cuerda de seguridad, y justo cuando van a cogerle uno de ellos grita y suelta la soga, que se rompe y deja caer al infortunado al abismo. Al reprocharle el otro montañero su actitud, le contesta delirante: su cabeza...¡ la tenía arrancada!




Esto da paso al viaje en tren por Suiza de las hermanas Pilgrim, la mas joven, bella y misteriosa, tiene poderes parapsicológicos que la impelen a quedarse en la parada de la aldea de Trollenberg, donde funestos rumores hablan de extraños sucesos ligados a la ominosa aparición de un raro girón de niebla inmóvil y adherido a la cumbre del cercano monte. Un observatorio cercano ha detectado que es radiactivo -Ah, Hiroshima, cuánto, pero cuánto terror te debemos- y envía una expedición cientifica a estudiarlo. Por supuesto ninguno regresa vivo...¿o sí? Uno de los estudiosos es hallado sin cabeza, y otro aparece mas tarde semiidiotizado y violento, pues intenta asesinar a la guapa médium que se ha pasado media peli en trance murmurando incoherencias apocalípticas, al ser detenido, es golpeado y se advierte algo pavoroso: no sangra. Al tratar de escapar, es abatido y su cadáver se descompone como si llevase muerto desde el día de su desaparición: sublime, ¿no os parece?





 Y qué decir de los marcianos, venidos de Dios sabe qué misteriosa dimensión: Se ocultan en esa extraña neblina, pero al final hacen su aparición, como debe ser, supurantes de horror: un extraño ojo enmedio de un repugnante soufflé de sesos fermentados, del que salen unos ctulhuanos tentáculos decapitatorios...¡terrible! Al final, y previsiblemente, ganan los buenos, ¡pero a que precio! La peli como se ve, mezcla sabiamente diferentes tipos de terror: horror cósmico, radiactividad muy de la época, detectives psíquicos, muertos vivientes, psicópatas mutilantes...toda una sinfonía del miedo que habría sido muy del gusto del innombrable maestro de Providence HPL, de no ser porque aborrecía el cine y todo lo que oliera a modernidad, como Nos, en parte, sus dignos discípulos. Solo me resta desearos que os caguéis de miedo, pues para eso se hizo este vetusto  aunque efectivo filme. Miraros también el homenaje homónimo de los Misfits en Youtube a esta rara perla del celuloide, ¡os molará! (http://www.youtube.com/watch?v=JNn24wZmcfc)





 Shlomo lkhoon ya bree shub niggurath ya bree  lilyo....(no leáis esto en voz  alta, una vez conocí a  alguien que lo hizo y hoy trabaja de profesor de idiomas...¡fue horrible!)





lunes, 1 de abril de 2013




Cerebrines (Reseña de the brain that wouldnt die)





Ayer tuve ocasion de ver una de estas pelis raras, raras, raras que me gustan a mi, de ciencia ficción serie B de los EEUU,esa amada patria cultural a la que todos odiamos tanto, Rodada casi sin presupuesto ni medios en el año 62, y ello en tan solo 13 siniestros días. Y es que  uno, que creía haber visto, no naves ardiendo mas alla de Orión, ni  la ópera de Tanhauser, pero sí una buena dosis de fantascience vintage, desconocía por completo la existencia de esta joya oculta hasta ahora entre los légamos del internés. Se trata de 'The Brain that Wouldn´t Die'-como no creo que haya versión al castellano lo traduciré por 'El Cerebro que no moriría'. 





El argumento y su desarrollo son bastante previsibles-es serie B, no Einsenstein, cojoneh!- Un científico loco, cirujano él ,ha estado haciendo experimentos con pacientes humanos, relativos al trasplante de miembros, por su cuenta y en secreto. Está convencido de la factibilidad de un trasplante de cabeza, frente a sus colegas conservadores, pacatos y cortos de miras, comme il faut, cuando, mira por dónde, yendo en coche (esas fábricas móviles de paralímpicos) con su atractiva novia, sufre un accidente y ella resulta decapitada. Rápidamente el atractivo y byroniano doctor, sin demasiado escrúpulo ni alaraca recoge la flamante pieza anatómica y la lleva a su laboratorio oculto del sótano (¿dónde sino?) en el que a través de un curioso suero revitalizante de su invención consigue resucitar y mantener con vida al despojo de su novia.





 Tengo que reconocer que la escena de cuando la cabeza de la joven, tocada con una especie de albo pasamontañas, rodeada de catéteres,vías y cables,y reposando en una bacía  rezumante de un liquido  con la textura y aspecto de la sangre -no olvidemos que es cine en blanco y negro- se despierta -por llamarlo de algun modo- y empieza a ser consciente de lo que le está sucediendo, es de una increíble y enfermiza angustia. El sadismo y la depravación a la que a veces llega la ciencia se plasman genialmente en los dialogos semiexistenciales que esta no-persona mantiene con el ayudante del cirujano: un pobre hombre al que el médico trasplantó el  brazo de un cadáver -presentado con un aspecto horrible y marchito-. Mientras, el cirujano de marras se dedica a buscar para ella -la cabeza, bien sur- un cuerpo perfecto a la que acoplarla. 





Otro rasgo interesante de la cinta que ya habréis notado es su estupenda atmosfera lovecraftiana que aúna terror y ciencia-ficción, presente no solo en lo del argumento del insano horror experimentado por un cerebro humano mantenido artificialmente con vida, que se puede encontrar por ejemplo en el cuento 'The Whisperer in the Darkness' -El Susurrador en la Oscuridad-, o en la gradación del horror a partir de esa extraña puerta con cerrojos y candados a la que todos los personajes se refieren con medrosos eufemismos y contra la que se dan golpes desde dentro cada vez mas fuertes, y que alberga uno de los primeros experimentos -fallidos- del doctor, al que hay que alimentar ocasionalmente, y que al final de la película se nos mostrará en todo su abominable delirio, sino tambien en el socarrón y punzante humor negro presente en algunas escenas, como cuando el médico llega a su casa con la cabeza de la novia envuelta en su chaqueta y lo primero que vemos que tiene en el salón es una enorme y marmórea cabeza griega de Palas sobre el piano...o como cuando decide irse a un anodino certamen de misses a buscar el perfecto cuerpo. Al final el mefistofélico galeno decide engañar a una conocida modelo que ha resultado desfigurada con ácido por un amante celoso a la que ofrece restaurar su antigua belleza. Es interesante la escena en que ella le comenta haber desarrollado una fobia a los hombres y saca veladamente a la palestra su lesbianismo, dixit critica que es una de las pocas pelis donde se toca este tema, siquiera tangencialmente. 





El final no lo voy a destripar...tenéis que verlo vosotros, aunque sea previsible que no acabe bien, es una peli de horror, ¿no? Como véis los personajes parecen sacados de la parada de los monstruos en su enferma fascinación por la deformidad y la mutilacion, y el desarrollo de la peli recuerda a la estupenda y vetusta cinta française de 'Les Yeux sans Visage' -Los Ojos Sin Rostro- de G. Franju, puesta de moda otra vez por lo del trasplante de cara a Isabelle Dinoire, realizado no hace mucho en France. Para concluir os deseo que perdáis la cabeza por esta peli, y que os sorprenda, maraville, angustie, y aterrorice como lo ha hecho avec moi, escucharos luego unos temitas de los Misfits, para quitaros posibles secuelas pesadillescas. Realmente,un hallazgo digno de incluirse en el Apocalypse Culture, ese genial catálogo de aberraciones posmodernas de A. Parfrey. Valete omnes, nil sumus...








Zanjas profundas en tu mente
Zanjas profundas en tu mundo
Zanjas que nos separan
Zanjas que nos escinden
Zanjas en las que caemos
a veces sin poder salir
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